miércoles, octubre 18

Noches de Poza

We… habían pasado años de no hablar así.

No se si fue mejor las charlas o la pijamada, pero he de confesar que perdieron desde muy temprano y con muy poco alcohol.

Para recordar por el resto de mis días la frase: “No lo digas… que se antoja”.

Mis amigos… igual que siempre… listos para desaparecer de la faz de la tierra y botar los celulares en la cajuela de un triste coche y recuperarlos 24 horas después. Solo para explicar a detalle dónde habíamos estado todos las horas que estuvimos “ausentes”.

Y como si no los conociera, me plantaron un sábado cualquiera, en el que tuve que ir a patear loncheras al antro de “moda”… Con los mismisismos hermanos de mis amigos, amigos de la infancia, amores platónicos del Emo, hombres divorciados esperando ligar y tacos que nunca pude cenar.

El Rancho… después de todos estos años conserva el toque de mostrarme el pasado en el presente.

1 Comments:

At 8:57 a.m., Anonymous Anónimo said...

Oye oye oye... cual amor platonico de emo!!?? esta bien que no haya podido poner mi queja pero es que habia andado ocupada peleando con el y yo no fui porque ni al antro he salido!!! asi que ahora me explicas antes de que le regrese su anillo de compromiso y despues cargues con ese peso de consciencia toda la vida eeeh!!! (y no creo que sea muy facil para ti soportar unos 50 años mas los reclamos de mi mama todos los dias.)

 

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