jueves, agosto 11

Una sorpre para Hon…

“Sorpre” era el pensamiento recurrente y el plan se veía muy sencillo: pasar a comprar sus gomitas favoritas y enviárselas. La mecánica estaba definida, le enviaría a su casa o a su oficina un paquete. Definir el ¿qué? fue muy sencillo y el ¿cómo? era un no brainer… el problema fue el ¿a dónde?.

Llegué a comprar las gomitas y enviarlas en la bolsa no era opción. Hubo varias opciones de recipiente y ninguno cumplía con la función de ser especial.

La idea fue meter las gomitas en un vaso de Starbucks, y que el vaso dijera la bebida que ella pide. “skinny-venti.vanilla-latte-para-Honney-con-H-y dos-N” y la señorita escribió Ohnney. Decirle que lo había escrito mal me dio muchísima pena y preferí ir al siguiente Starbucks del centro comercial. Me acerqué al mostrador y recité: “skinny-venti.vanilla-latte-para-H-O-N-N-E-Y”; recibí un Honey (al parecer ni deletrear bien sé). Siguiente parada, el tercer Starbucks del centro comercial contiguo. En vez de hacer el ritual de: “hola, me regalas un vaso y le pones que la bebida es un….”, pedí 2 mangas (uno nunca sabe si se va a equivocar).

Obvio no me equivoqué, solo tuve un pequeño error de dimensiones y la última A no quedó como hubiera esperado. Pero ya estaba listo. Tenía el paquete, y solo faltaban los pormenores del destino.

Se llegar a su nuevo depa, pero solo fui una vez, no sabía el edificio ni el departamento. La única opción era llamarle a su mamá o a su papá. Rápidamente le marqué a su mamá (obvio).

Mientras buscaba su celular en mi celular, un sin número de “Worst Case Scenarios” aparecieron en mi mente. Respuestas desde muy simples: “No quiero.”, “a ver convénceme de darte la dirección”, “Eudevas #(hey, esa es la mia)”, “Av. Chapultepec #28 Col. (esperen, esa es la de Televisa)” y otras un poco manchadas: “mira, lo mejor es que no te la de”, y así hasta las nauseas (que no estaba tan lejos, en serio estaba un poco nervioso).

La llamada fue bastante cordial (obvio, ella sabía que no estoy en contra de la nanotecnología y que estoy muy lejos de ser un hooligan londinense), me dio gusto escuchar que su mamá se encuentra bien, y que su abuela también.

¿Sabría que yo lo había mandado?, ¿reconocería mi letra?, ¿me delataría el hecho de que fueran gomitas?. Eso ya era lo de menos, lo importante estaba hecho.

Ese día saliendo de la oficina fui a correr, con la rodilla izquierda lastimada solo pude trotar un rato: 3 km y a casa. No debí haber corrido, me lastimé un poco más y mis anginas de inflamaron. Pero necesitaba dejar de pensar en que estaba pasando del otro lado de la sorpre.

Horas después recibí su respuesta. El taxista había llevado la sorpre y la había dejado en el lugar correcto. Ella tenía en su poder un paquete de gomitas.

martes, agosto 2

El primo… GRANDE

Tequis conserva la mágia que tenía cuando a mis 15 años íbamos a “La Cuarta”. El centro cumple con su función de hacerme sentir que estoy haciendo “lo que quiero”.

“La Cuarta” es un lugar que sigue existiendo, pero esta vez caí en la casa de Agüe. Listo para abrir el portón estaba Juano (a quién no veía desde la boda de Pol) y verlo me recordó los veranos que pasó en la casa de Poza trabajando en Ártico (la fábrica de hielos de mamá).

Los siguientes en recibirme fueron Rodri y Miranda.

Rodri tiene un parecido extraordinario con un Quack que no veía desde hace más de 20 años. Rodri es el vivo retrato de mi abuelo, y por ende… el mío. Baila, interrumpe las conversaciones para dar su punto de vista; y carga con una maleta de llantitas al estilo de Linus y su mantita.

Miranda es espectacular; tiene 3 años y medio y es imposible no ponerle atención a todas las ocurrencias que tiene a lo largo del día. Me ayudó a ganar la competencia de croquet, se preocupó muchísimo porque me fuera a dormir temprano y estuvo echándome porras para ganar el juego de turista (aún cuando su hermano y papá trataban de hundirme a como diera lugar).

Miranda: Mamá, ¿cómo se llama mi primo… grande?
Clau: Germán
Miranda: Ah, si… Gelmán… … como el GEL.

Checho: Mira Rodri, Nemo es un pez payaso.
Rodri: No papá, Nemo es un pez naranja.

Miranda: No Germán, tú no tienes que platicar con ellos, tú todavía no eres papá.

Miranda: Germán, hazle como tigre.
Germán: Rawrrrr
Miranda: Muy bien, yo soy un tigre.
Germán: Entonces, ¿somos tigres?
Miranda: No, tú eres un gusanito bonito.

Rodrí en algún momento detuvo nuestro partido de fútbol mientras gritaba: “Germán… Germán… te traje la sopa”; y si, tuve que “comerme” la sopa que él y Miranda me habían preparado.

Bruno es más grande, tiene 7 años y se divierte con otras cosas; está aprendiendo a negociar y le encanta jugar Turista. Checho, Juano y yo nos destrozamos en la negociación y él se aprovechó de que los 3 nos quedamos con el 80% del mundo, pero sin dinero. Su frase del fin de semana fue: “tío, te voy a dejar que caigas en mis países y no te voy a cobrar; porque eres muy pobre”.

Y así pasó el fin de semana… entre risas y recuerdos de bromas que mis tíos me hacían cuando era pequeño.

lunes, julio 25

Sunday morning

Desperté temprano, tal vez por haber dormido en el sofá de la sala y que las ventanas dejaban entrar al 100% los rayos solares. Si me han leído un poco, saben que me resulta imposible mantener el sueño si no hay oscuridad total.

Mi mamá fue a desayunar y yo me quedé en casa, me fui a mi cuarto y puse las carreras de la F1… Odio que los corredores pierdan por culpa de sus paradas en los pits. Pero bueno, al final si es un trabajo de equipo y todo el equipo tienen que ganar.

La novia de Milky me cayó perfecto; me dio risa que de pronto hacía comentarios y se quedaba callada buscando la reacción de los demás en espera de aceptación. Me reclamó haberla llevado al antro sin el outfit adecuado.

De este cumpleaños de mamá, me faltó la tradicional ida al boliche con ella. Me da un it severo no saber si le voy a volver a ganar jugando ese juego; y ella se emociona diciendo que se llevó la última victoria. Supongo que lo hace para que deje de pensar en eso.

El domingo no fui a correr; y por causas de fuerza mayor hoy tampoco iré… el universo conspira para que no logre la meta de 40 km de la semana. 6.66 k.m. por día si voy el resto de la semana.

Ayer entre los pensamientos random abordé el tema de los diferentes índices de correlación a los que estamos vinculados. Escribí un tweet sobre eso y lo dejé rondar por mundo. No se si algún día habrá una respuesta con el valor de r, pero estoy seguro de que “el número tiende a 1”.

La vi, random… mientras hacía el súper. Todo estaba normal, entre mis amigos y yo bromeábamos y de pronto los sentí un poco incómodos. Alguno de ellos se acercó a mi oído para decirme que ella estaba detrás de mi. Mi estómago implotó y desapareció todo lo que había comido 15 minutos antes.

Al voltear, la saludé... desde lejos y tal vez con la sonrisa mas mensa del mundo mundial; como cuando tu mamá te decía: no vas a saludar a “(Inserte aquí el nombre de su crush de la primaria)”. Entre nervioso y sin saber como debes reaccionar. Necesité caminar 20 metros para tomar valor. La esperé, de todas maneras íbamos al mismo lugar y la saludé como se debe. Ahora se que fue un pretexto para abrazarla un poquito.

lunes, julio 18

Mood

Sabes que todo está mal cuando tu setlist del karaoke fue:

Perfume de gardenias (reí horas de ver a dos amigos bailando como si fueran XV años)
La chica de humo - Emmanuel
No - Alejandro Fernández
¿Y si fuera ella? – Alejandro Sanz
Mi soledad y yo – Alejandro Sanz
Drops of Jupiter - Train

Últimamente estoy compensando muchas cosas con endorfinas. Bueno, al menos pueden estar seguros que no le voy a disparar a nadie. Ayer mientras corría me excedí; y hoy me tocó pagar con un pequeño dolor en los muslos. Nunca había corrido más de 10 km.

Una de las razones por las que me gusta correr es porque uso ese tiempo para hacer introspecciones; definir siguientes pasos y poner en una balanza los racionales de las decisiones que tengo que tomar en el corto, mediano y largo plazo.

Por primera vez fui al doctor al primer síntoma. Mi mamá seguro estaría orgulloso de mi, pero prefiero no decirle nada; no es de cuidado y el WCS sería seguramente un ataque de estornudos mientras caminas por la cuerda floja a 150 metros de altura y sin una red de seguridad (¿qué no ese es el WCS ever?). Bueno, mi enfermedad no tiene nada que ver con estornudos, y dudo mucho que pueda ser considerada una enfermedad.

El hermano de San Dalio se fue a festejar su cumpleaños a Qro. y lo olvidé; aún cuando habíamos quedado de irnos juntos. La oficina me consume y el estrés no ayuda ni tantito. Al menos se divirtió y estuvo su amigo el Pollo ahí para hacer los comentarios hostiles cuando su Planta llegó.

De Protozaurio bebé ya no se nada… seguro ya está más tranquila y yo tengo que buscar igual esa tranquilidad aunque sea sin ella. Hay muchas cosas esta vez que no me cerraron; pero seamos honestos… eso ya lo sabíamos.

Interesante decir que le pedí ser mi novia de una manera poco ortodoxa y me abrió (tal vez no soy tan kosher como ella esperaría). Se demostró que vamos del cielo al infierno en 2 minutos y sin cambiar de velocidad; y yo tengo la mala costumbre de ni meter las manos. A veces creo que soy yo mismo boicoteando mis relaciones con ella.

Está complicado mantener el performance en la oficina cuando simplemente no te logras concentrar.

viernes, julio 8

la llamada

entonces te muerdes los labios, respiras profundamente y decides no marcarle... ella está dormida y siendo honestos no necesitas que te lleve al hospital... solo tienes el corazón roto...

martes, mayo 17

Uno de esos días…

Como era de esperarse había salido a las 2 a.m. de la oficina la noche anterior; el estrés de la entrevista de las 7 a.m. me hizo tardar en conciliar el sueño. Poco a poco fui cayendo en el letargo madrugador y obvio mi despertador nuevo pudo arrullarme un poco más con un estridente sonido que nunca escuché.

Mi yo responsable abrió el ojo como desesperado para darse cuenta que faltaban 45 minutos para la entrevista. Si la noche anterior no hubiera metido mi muda de ropa al baño (como niño de primaria dejando el uniforme listo) el desenlace pudo haber sido fatal.

En cuestión de 10 minutos estaba encendiendo el motor del coche.

La entrevistada llegó 10 minutos tarde, y yo 10 después de ella. El joven Ánchez le había ya entregado su Caso y quedé en espera del resultado.

El día transcurrió con algunos altibajos. Muchos pendientes, algunas situaciones urgentes y un viaje listo para ir a MTY la próxima semana. El trabajo cumple con su función de distraerme y uso las horas libres para buscar nuevas maneras de llenar esas horas.

El reloj sigue su curso y sé que faltan poco más de 30 días para la definición final.

martes, abril 12

¿eran grados o radianes?

La temperatura en Mérida eran más de 29° C (el Sol se había ocultadodesde las 7:30 p.m.),. Apenas entré al cuarto del hotel, aventé mi lap a la cama y saqué mi traje de baño; mi yo interno pedía a gritos bajarle al menos 5° a la temperatura corporal.

Me puse mi traje de baño y bajé a la alberca. 30 minutos después ya estaba en un camastro chateando vía WhatsApp a la luz de la luna. La temperatura estaba agradable y el agua fría de la alberca había controlado mi estado de ánimo.

Comenzamos a platicar con risas desfasadas y muecas sin sentido; el hielo se rompió de un certero: “¿funciona tu WhatsApp?”.

Mi cuarto me recibió con 10° C por debajo de la temperatura ambiente… un regaderazo y a dormir.

lunes, abril 11

Esas pequeñas cosas

Pasan los días, semanas y meses… “pasa el tiempo”; y te vas dando cuenta que poco a poco fuiste cambiando en varios aspectos de tu vida en los que no habías puesto tanta atención. Y hoy, cuando la normalidad se ve tan borrosa y lejana; todo parece tan extraño.

Así fue como empecé a darme cuenta de cada una de mis nuevas manías; una de las cosas que más me han impactado y que ella implementó en mi subconsciente es la manera de hacer espuma con el shower gel. Sé que es una burrada, pero me sorprenden esas pequeñas cosas que han cambiado en mi manera de… vivir.

lunes, abril 4

La maldita primavera

Se casó Ponzo; así, sin más. Fue una semana super complicada y cada vez veía más lejos poder escaparme para acompañarlo en uno de los momentos más importantes de su vida.

La semana se complicó cuando comenzaron los festejos prematuros de mi cumpleaños, Mache organizó el primero en compañía de los nuevos Grows. El siguiente sería organizado por mi, para ver a mis amigos a escasas horas de partir con rumbo muy conocido. Tristemente los K se automarginaron y terminé cenando con los de la U, para rematar en el Sens y vivir una vez más una de esas historias que solo a nosotros nos suceden.

Sin propina para el mesero, y con una tarjeta de crédito menos, salimos del lugar. Dejé mi coche en K y pedí mi taxi para llegar al aeropuerto. Dormí los 30 minutos de trayecto y a las 7 a.m. ya estaba en el aeropuerto documentando. Llegué al Club C y le di mi pase de abordar al meserín que estaba atendiéndome, le dije que su misión era despertarme 5 minutos antes de la salida de mi vuelo. Él me despertó 20 minutos después; estaba al borde del frenesí cuando interrumpió mis palabras para decirme: “joven, su vuelo estaba retrasado, así que preferí no despertarlo” (definitivamente no soy un número mas).

Llegué unas horas antes del ensayo general, que terminó con unos chupesitos coquetos en la casa de Ponzo. Yo ya estaba al borde del letargo, y preferimos terminar la reunión.

Amaneció el día de la boda, yo di golpe a la 1 p.m.

Digno de comentar, las fotos, los chupes de “cash only” en el Club en el que no aceptaban cash, los niños que se durmieron debajo de la mesa, las salidas en falso, el episodio de la cajuela y las llaves del coche en el vestidor, el grito de “suéltala que es casada”, el carrito de golf listo para escaparnos a Vegas, los lentes de sol de 5 dólares, “una de esas” + “wey es la jardinera” + “no mames, la casa pendejo” + “ah, si, esta linda” jajajajaja, “4 solteros, sentados al lado de la única soltera de la barra y no la voltean a ver” + “I’m not that charming”… y obviamente priceless que la última canción de los mariachis haya sido el regalo de la novia por mi cumpleaños.

Los días en Houston siempre son buenazos creo que tengo que pedir mi cambio

YA!

viernes, marzo 4

1, 2, 3, por mi

La actitud escribana ha regresado, en este tiempo que pasé sin contarles todas mis experiencias han sucedido cosas muy chistosas; y creo que ya es momento de compartirlas con ustedes, o con usted, o conmigo. Porque después de tanto tiempo sin pasar por aquí, seguramente he perdido a todos mis seguidores (que antes eran 2).

Hay muchísimos temas pendientes (y chistosos) que tengo la necesidad de externar.

Podría hacer una lista, pero seguramente no podría cumplirla toda; porque todos los días algo nuevo pasa por acá.

He de confesar que en esta nueva temporada encontrarán anécdotas más hilarantes, osos famosos y uno que otro comentario atinado.

El mood lo defino como: 0!=1 (cero factorial es igual a uno).

1999, mis clases de temas selectos de matemáticas en viernes a las 7 eran un martirio; la maestra al parecer llegó cruda y no tenía ganas de enseñarnos nada. Puso en el pizarrón 0!=1 y dijo: “demuéstrenlo”.
Ese día aprendí algo que olvidé con el tiempo y que hoy me tiene muy feliz…