Trato de dormir, pero no me dejas

Entraré al contexto porque a veces es necesario para explicar el mood del momento. Era la noche de un viernes de paranoia, nadie quería salir y yo estaba en casa de un amigo echando chelas y hablando de mujeres y traiciones. Pensé en ella y le mandé un mensaje; ella me regañó por estar fuera de mi casa en un momento de “crisis”; dos mensajes después le pregunté: “y además de regañarme, qué haces?”.

Su respuesta me dejó frío: “trato de dormir pero no me dejas va a tu casa deja de andar en la calle te va a dar la gripa del puerco. kisses”.

El mensaje fue severo, y la verdad ya no supe que decir.