Y cuando dijo su primer requisito, supe que estaba fuera de la jugada por al menos 275 Km.
Centro al área, de pechito se la coloqué y Luigi simplemente saludó desde su extremo en la playa, el destino notó su impertinencia y le regresó una imagen tal cual hubiera imaginado el creador de una película muy sexy, ella salía de la playa y con sus manos y brazos exprimía el agua que quedaba en su blusa contra sus senos. Él lo lamentó los 40 Km de regreso.
El Grey Goose nos acompañó todo el día en la playa; sabía que no iba a ver a nadie relevante y así fue. La novia de un amigo de mi hermano (el conocidísimo Doctor Toñito) nos alegraba la mañana mientras le hacíamos encargos (por ser la última en llegar). Mi familia es mundialmente famosa (seguramente) por hacer solicitudes extrañas a las personas menos apropiadas.
… y una fuente de chocolate, repito: una fuente de chocolate. IMPERATIVO tener una fuente de chocolates a tu llegada. Y las risas del campamento llegaban a la playa donde mi prima, hermana y sobrinas compraban paletas.
Nos topamos 2 veces, la primera me tocó la espalda y saludó camino a una de las salidas, intercambiamos unos instantes de vida y continuó su camino. La segunda estaba a punto de salir del antro y en lugar de tomar la ruta corta, tomé la larga que me hacía pasar a escasos centímetros de su mesa; no la vi. Una mano en mi hombro me detuvo y comenzamos a platicar.
La sentí un poco extraña y se lo hice notar, como siempre lo tomó personal aún cuando la indirecta era tan directa que hacía pensar que yo simplemente estaba bromeando con ella. Todavía no encuentro la manera de hacer mis comentarios sarcásticos sin menguar su estado de ánimo.
30 minutos después del suceso, aún recuerdo su sonrisa.