Sutilezas femeninas

Si, el hecho de tener tantas y tan diversas amigas me lleva a conocer ciertas maneras que tienen de actuar o de reaccionar cuando algo pasa (lo que sea). No; no me considero un gurú, pero por lo menos no estoy en el hoyo como alguno de mis lectores podría pensar.

Entiendo y se que ustedes lectoras saben que hay mínimos de convivencia entre mujeres y hombres, así como ustedes no les dicen a sus galanes si su examante era (o es) mejor en la cama que el individuo en turno, así tal vez algún hombre lo hace con ustedes.

Pero el chiste no es escribir sobre quien sabe y aplica mejor sus sutiles estrategias de mentir, el motivo es este post es lo que pasa cuando esos mínimos desaparecen como por arte de magia.

Si tu pareja en cuestión se esmera en compensar el tiempo que no estan juntos con mensajes de “estoy en equis lugar y me haces falta”, lo que menos espera es que le respondas con un simple y llano “Y”, y tampoco espera que ya una vez que la cagaste en hacerle ver que no te interesa donde está, qué hace y con quién, que además quieras arreglar las cosas alegando que no era un simple “Y”, no, según tú era un “dedito para arriba” del MSN Messenger… ERROR… ahora no solo no te interesa, sino que además le intentas dar el avión con el tradicional “chido”.

Ahora bien, pequeñas padawanas; si no les interesa lo que están recibiendo vía SMS, no respondan, es mejor el pretexto de “no tenía saldo”, a malgastar su saldo tratando de arreglar el hecho de que quedaron en evidencia frente a su ¿galán?.

Live from Cuerna

Sólo, en una habitación de 5x5, mi ropa acomodada en un ropero, el “frigobar” lleno de comida para calentar y yo sin Micro, el lavamanos atascado de artículos de higiene personal (peine, gel, hisopos, tratamiento para pelo, perfume, crema de afeitar, after sabe, crema, pasta de dientes, jabón, y mi cepillo eléctrico de dientes), el baño inmaculado y todos los trastes limpios.

El orden llego a mi vida con dedicatoria al estilo trasnacional; si mi abuela viera este cuarto se le llenarían los ojos de lágrimas y me caería a palos, cómo es posible que aquí el orden sea tan necesario y latente, cuando en México no lo es.

La alberca sigue sin usarse, y no por falta de tiempo, el ánimo no esta como para pasar una hora haciendo “nada” en la alberca.

En este momento, la motivación de la nueva chamba es directamente proporcional a la complejidad de las actividades y a la magnitud de importancia de los datos revelados. Como dijo Arquímides: “Dame un punto de apoyo y moveré la Tierra”, encontré ese plus que hace que nuestros papás vayan día con día a su trabajo sin chistar por las mañanas.

Me dio gusto encontrar a personas de mi pasado, que me recibieron con un: “Niño, qué haces aquí, no te veo desde la fiesta de la “Chakis” y tu peda en el Arroyo”. Respiro tranquilizador, y sonrisa de alivio.

Si hay algo que me gusta es aprender, y lo primero que voy a tener que cambiar es mi “refinado” lenguaje financiero, por el slang que usan aquí. ¿Juntas de “es-an-ou-pi” (a.k.a. S&OP)? Yo les paso los “pi-an-els”, los “bi-sis”, y así hasta las nauseas, pero llamar a todo por sus siglas cuando yo voy llegando, me pone los pelos de punta, porque hay pendejadas que no entiendo porque tienen que decirlo todo con el slang y acento adecuado –al que obviamente todavía no estoy acostumbrado-.

Y así, sin MSN, sin mails, ni internet, los próximos meses voy a tener que asimilar que solo puedo chatear fuera del horario laboral… pero les digo algo… vale la pena.

Un viernes cualquiera

Algo ha cambiado, el sol brilla con magnificencia y refleja hasta el más mínimo detalle del mundo que me rodea, las cosas parecen más pequeñas y todo se ve desde otra perspectiva.

La miro y la veo diferente, su sonrisa se parece a la mía, hace tiempo que no la veía tan feliz, solamente por saber que me siento bien. Me celebra, ella sabe que no lo tiene que hacer, pero HEY!, el mundo se ve más definido que de costumbre.

Me dicen que me veo muy bien, y yo les digo que ahora veo las cosas mejor, desde otra perspectiva, soy feliz, y el mundo se aclara ante mis ojos.

Hoy no solo dejo de trabajar aquí… cambié mis gafas por unas que se acomodan mejor a mis deficiencias visuales.

Fool again

Yo creí que solamente pensábamos diferente… cuando lo que realmente pasaba era que sentíamos diferente

Y así, una tarde soleada se nubla y deja en mi ventana las gotas de una lluvia que no calló, se detiene el reloj cuando suena el celular, solo es un mensaje para enredar un poco más mis ideas y sentimientos.

¿Dónde quedó el efecto placebo de tus palabras?… una vez más mi celular guarda silencio… mi corazón aguarda algún sonido… se mantiene callado… frío… inerte… tal y como lo dejaste.

Crónica de un examen médico

Suena el teléfono, tengo que ir a hacer mi examen médico. Rápidamente me escapo de la oficina y me dirijo a las oficinas centrales; ¿ayuno? hace años que no desayuno TAN temprano, primero un interrogatorio de padecimientos familiares, preguntas sencillas de contestar… ¿fuma? (los cigarros de chocolate contarán) No… ¿toma alcohol? (A huevo) Ocasionalmente… ¿consume drogas? No… ¿tiene usted algún tatuaje? Ojalá!!!!.

Examen de la vista, “párese aquí, y dígame que letras ve”… me estoy quedando ciego… debí hacerle caso al “oculero” y a mi novia cuando decían que usara mis lentes… por favor, acabemos con esto; ya esa línea no la veo y estoy inventando.

Por favor orine sobre esta tira, cuidado con orinarse la mano en el proceso… no tengo ganas… llego al baño… no tengo ganas… me bajo el zipper… no tengo ganas… apunto pero no disparo… no tengo ganas… piensa en la chamba… no tengo ganas… me rasco el ombligo… no tengo ganas… wey apúrale… no tengo ganas… no tengo… AL FIN!!!... estúpido, ahora como te vas a lavar las manos porque el chorro salpicó un poco sobre tu mano, el grado de dificultad para lavarte las manos de una en una es complicado.

Estire su brazo izquierdo y cierre la mano; me siento y respiro, nunca me han dado miedo las inyecciones, ni el que me tomen muestras de sangre, pero como siempre, ya que estás ahí, no puedes sentirte tan confortable cuando un error de la mujer y una burbuja de aire pueden acabar con tu vida (jajajaja). Que linda liga para apretar el brazo, seguramente la usan para que los niños se (AY) distraigan… puta madre, caí como los grandes!!!.

Por aquí por favor, ¿su pantalón es de botones o de cierre?.. de cierre… no importa, quíteselo… y el suéter, y la camiseta… y bájese los calcetines… pinche joto… yo solo vengo por un electro. Si, el doctor me pidió que me quitara la ropa, me toqueteó las piernas y me pego unos chupones… Ese Doc a huevo era puñal… si yo de leerlo ya me asusté y no lo fui a demandar.

Recuento de los daños… Me estoy quedando ciego… Soy tan pendejo como para accidentalmente orinarme la mano de rebote… Caigo con distracciones para niños… y un Doc cumplió sus fantasías conmigo… seguiremos informando.

Inmigrante ilegal

Si hay algo que saben que tiene de mi es lealtad, nunca lo han puesto en duda, y saben que confían en mi para lo que se, y que a pesar de todo siempre voy a estar ahí para ellos.

En mi primer chamba me perdonaron muchas cosas; mis consecutivas llegadas tarde, mis salidas de los jueves al café, mis faltas injustificadas que se justificaban con la frase “ando pedo” (no, no estaba pedo, solamente tenía hueva), y mis viajes que se prolongaban uno o dos días.

Con el tiempo fui cambiando (un poco), me usaban para regañar, para corregir, para supervisar, para ·ayudar, para cuidar; y cuando mi jefe salía, para sustituirlo. Las personas con niveles superiores a mi sabían que yo era el soporte para sus actividades, mis ideas ayudaron unas veces, y otras fueron motivos de risas que ni yo entendí (eso de la arquitectura no siempre se me da).

Hoy pienso en ellos y me da pena, un extraño sentimiento cubre mi corazón, es como cortar a una novia que te ama… y que tú, simplemente dejaste de amarla. Debiste decirle a ella los problemas que se te presentaban para reforzar la relación, pero no sabes en que momento dejaste de interesarte en ella. Hoy simplemente la tienes que cortar porque te enamoraste de otra.

Mi jefe me ve después de un mes de supervisión foránea, se alegra de que esté cerca para preguntar sus múltiples dudas, se que sonríe por tenerme cerca otra vez. Nunca me he considerado indispensable, pero se que su estrés disminuye cuando los dos enfrentamos el día a día corporativo desde la misma trinchera.

Entro a su oficina y lo primero que me dice es “qué bueno que ya estas aquí otra vez, te has dejado extrañar…” Siempre ha podido hacerme enojar en un segundo, pero intenta ser cortés, sabe que hay cosas que no me puede pedir, aunque su corazón y sus subalternos le pidan a gritos que yo trabaje los sábados. Es el pretexto que me hace falta y él, lo esconde en la bolsa de su camisa.

Debe ser ilegal, emigrar de un lugar donde te aprecian tanto.

Mi cuerpo sale de su oficina y regresa a la mía… intento fallido número 4.

Este lunes lo tengo que hacer, necesito renunciar con urgencia.