domingo, septiembre 4

Dos de Milanesa

Era el primer día (de muchos) en Milán, llevábamos más de una hora caminando, desde la central del tren hasta la catedral. Todos los hoteles por los que pasábamos estaban algunas estrellas por encima de nuestro presupuesto.

Al fin llegamos al hotel que buscábamos, “Leonardo Da Vinci” decía el letrero que brillaba al sensible reflejo de la luna.

Enrique hizo su mejor esfuerzo y logró (con su nulo italiano y su poco inglés) conseguir un cuarto doble por los siguientes ocho días. ¿La verdad?, la recepcionista era española. Pero yo estaba muy entretenido revisando el mapa de la ciudad, para decidir el recorrido del día siguiente. Juro no haber escuchado ni una sola palabra de lo que ellos habían hablado; entonces sucedió:

Señorita le entrega a Enrique una llave.
Enrique: Gracias.
Señorita hace un gesto de agrado a Enrique y le entrega a Quack otra llave.
Quack: Muito obrigato.
Señorita: (volteando a ver a Enrique) Ah, tu amigo es brasileño.
Enrique: No, es bastante pendejo, y de seguro se confundió.
Quack: ¿Confundirme?
Enrique: Si pendejo, en lo que le dijiste.
Quack: Pinche Enrique inculto, significa “muchas gracias”.
Enrique: Ya se imbécil, pero lo dijiste en portugués.
Quack: Ok, Grazie.

Día 3

Chico Burguer King: Alo
Quack: Hola, “Io non parlo niente italiano”.
Chico BK: Ok, “parlo inglese”.
Quack: I would like a number 3 combo with cheese.
Chico BK: Cheese? (le habla a 2 weyes más).
Quack: The square yellow thing that you put between the meat and the bread.
Chico BK: Mmmm (Cara de What de él y de los 2 pinches mirones).
Quack: Cheese, queso… Puta madre, Enrique, ¿cómo dices queso en italiano?
Enrique: Ni idea wey. ¿Tengo cara de diccionario español-italiano?
Quack: En francés es fromage, pero no se como le hayan puesto estos cabrones.
Tres chicos BK: FROMAGIO!!!
Quack: Esa madre, a mi hamburguesa le pones.