Road trip
Fui a Poza el fin, y de regreso, mi papá me puso una polizona en el coche. La pequeña, que además de ser pequeña, sexy y tener solamente 6 años, resulto ser la peor copilota del universo.
La polizona fue Chiquitrix, mi hermana menor que tuvo a bien nacer el mismo día que Vivis cumplió 18 años. La verdad es que el viaje de por si es un poco tedioso (3:30 hrs. es el tiempo record en el Peugeot, 4:00 hrs. es el tiempo regular, 4:30 es el tiempo que hace un camión y 5:00 hrs. es el tiempo que mi papá cree conveniente para dicho trayecto), y tuve que recordar que no tengo stereo en el coche, razón por la cual debería de pasarme las siguientes 5 horas escuchando las mezclas del ipod.
Todo comenzó mal, y debí darme cuenta a tiempo del drama que iba a presenciar.
Primera parada
Gasolinera; llenar el tanque, revisar niveles y checar que las llantas estuvieran bien calibradas. Obvio pasé a la tienda a comprar unas golosinas y mi pequeña Chiquitrix no se podía quedar atrás y pidió dos gansitos (la miré y asentí, 2 gansitos según yo es demasiado para una niña de 6 años, pero que más da, si yo me puedo comer 10 tacos de pastor, 4 de suadero y 3 quesadillas de bistec, ella se puede muy fácilmente chingar 2 gansitos). Al llegar al coche le pregunté si no quería nada de tomar y me dijo: “si quiero, me traes agua de horchata”… ¿perdón? ¿de horchata? Ignoro su petición “2 Red Bulls, por favor”.
Obvio no le di Red Bull y ella fue tomando agua natural todo el camino y creo que en determinado momento me di cuenta que era un arma de doble filo, pero que más da; todos tenemos que ir al baño en cualquier momento.
Segunda parada
“Hermanito, quiero ir al baño”… que qué!!! Me ZURRA pararme en la carretera, pero que diablos, tiene tan solo 6 años. Sin problemas trato de desinfectar el baño de la caseta lo más que puedo. Seguramente los 7 metros de papel de baño que utilicé para forrar el retrete sirvieron de algo (seguramente alguno de los fundadores de Greenpeace se estaba retorciendo en su tumba; pero que diablos, todo sea por que mi hermanita pueda descansar sus pompitas mientras hace… lo que se que haya hecho). Saliendo del baño pasamos por una tiendita y sucede lo que leerán a continuación:
Chiquitrix: ¿Me compras un gansito?
Quack: ¿Te comiste los 2 que te compré en la gasolinera?
Chiquitrix: Me faltó uno, pero es que ya está aplastado.
Quack: No te voy a comprar otro gansito; primero te tienes que comer el otro.
Chiquitrix: Pero esta aplastado.
Quack: No importa; súbete al coche.
Chiquitrix llora a moco tendido mientras la subo a su asiento.
Pasamos la caseta con Chiquitrix gritando y llorando a moco tendido. El cobrador me mira como si fuera Michael Jackson o un artista más degenerado. Ignoro su mirada inquisitiva y le solicito a Chiquitrix deje de llorar.
Kilómetros más adelante Chiquitrix había dejado de llorar, y lo hizo solamente porque accedí a ponerle todas las veces que quiera la canción de Muriendo lento con Belinda y Moderato. Recuerdo solo su brazo y su mano aclamando al “detector de metal”.
Tercera Parada
Sirenas en el retrovisor y una voz diciendo: “Por favor, detenga su auto”. Me orillo y bajo del coche; Chiquitrix ni se inmuta, esta ida en un encantamiento musical que solo la canción de “quiero mover el bote” puede tener en una niña de 6 años.
Me acerco al oficial y pregunto si hay un problema. Me contesta que recibieron una llamada en el “cuartel” sobre un automóvil con mis placas, en el cual una pequeña iba llorando al parecer porque le llevaban a la fuerza. Le contesto que viajo con mi hermana; que suele ser todo un “pain in the ass”, pero que aún así la quiero mucho. Me pregunta el nombre de ella, de su papá, mamá y mi nombre.
El federal de caminos se acerca a la ventana de Chiquitrix, la saluda y le pregunta su nombre. Ella contesta las preguntas correctamente, pero antes de retirarse el oficial le pregunta: “cómo te ha tratado tu hermano, ¿te ha hecho llorar por algo? Ella le contesta que no le quise comprar un gansito.
El federal va a su flamante camioneta y regresa con ambas manos ocupadas. En su mano izquierda tiene algo que no puedo reconocer, pero en la derecha veo un gansito. Se lo entrega a mi hermana, ella lo toma y le contesta: “no, gracias, esta aplastado y así no me gustan”. El federal se acerca a mi ventana y me entrega una multa por rebasar en curva.
Seguimos el camino y sólamente nos enojamos una vezmás, cuando el ipod toco la canción de Wonderwall cantada por Ryan Adams (para mi la versión más sexy) y Chiquitrix la cambió por una de Kalimba.
4 Comments:
Me reí muchísimo, gran anécdota. Dios! Sigo riéndome...
jajajajajaja... esta aplastado y asi no me gusta jajajajaja
jajajajajaja!!! no mams... jajajajaja!!!, que mamada pinche Ger como no le compraste otro culey, si tu te los tragas de un solo bocado! jajajaja!
Acuerdate que existen los Maxi Gansitos!!!
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