lunes, diciembre 31

Oda al Kabbalah

o, Oda al Smart boy

Llámala corriente, tecnología, o como quieras, pero ha funcionado. Uno no se levanta un día pensando “lo de hoy es el Kabbalah”; para mi empezó con una invitación casual a una plática introductoria para lo que mi amiga definió como: “algo que al parecer va con tu personalidad”.

Yo lo dude un minuto, pero ya estaba buscando en Wikipedia los pormenores de la invitación de mi amiga. Fui… y con el paso del tiempo y la lectura he comenzado a ver las cosas desde otra perspectiva.

La verdad sigo luchando de pronto contra mi propio ego; pero aún así he visto como poco a poco voy cambiando y preocupándome por otras cosas (tal vez más importantes, tal vez no; pero estoy contento).

En lo personal no necesito que mi auto sea el más potente, nice, caro, rápido, grande, etc. Yo lo que quería era un coche que cumpliera con dos funciones: transporte y economía.

Los comentarios van y vienen, uno tras otro, sobre mi “brand new car”; el color, el tamaño, los caballos de fuerza, el numero de asientos, el volumen del maletero, la ubicación del motor, el nivel máximo de volumen del equipo de sonido, la transmisión y así hasta el infinito. Hubo quien preguntó si pensaba en algún momento comprar la “otra mitad” del coche.