lunes, diciembre 5

Just a smile... to go, please

Salimos al cuarto para las tres, supuse que me invitarían a comer, pero resulto ser muy exclusiva la invitación y yo era el único no incluido. Estábamos en una conocida Hipotecaria Nacional y yo tenía que regresar a la oficina.

Hice una escala técnica y me di cuenta que eso del Fast Food no va conmigo. Siempre tengo la estúpida maña de pedir lo más complicado del menú, de la manera más fácil, pero a los que atienden siempre se les complica mi orden.

Pedí un mactrío doble de quarter pounder plain (plain significa en el argot macdonalero: dame una hamburguesa sin verduras ni aderezos, léase pan y carne) con queso, refresco de cola, macpatatas y queso.


Era hora pico y mi hamburguesa salió 15 minutos después de tomada mi orden, así que llegó con un MacFlurry con Crunch cortesía del Gerente. 0k, sabía que mi espera había valido la pena. Me senté en la barra de los “ ejecutivos/burócratas/oficinistas/estudiantes solitarios" y me dispuse a ingerir mis alimentos. Lo hice en absoluto silencio al igual que mis compañeros de barra, dándome cuenta que los seres humanos somos de naturaleza colectiva, realmente necesitamos (aunque sea a veces) un algo o alguien con quien platicar, interactuar, ligar, superar, competir, etc.

Al terminar mi ingesta fui a dejar la charola y una de las señoritas me la quito y me dijo que ella se haría cargo de tirar mi basura; fue en ese momento donde me volví a sentir vivo. Minutos antes era solamente un ente que ocupaba un lugar en el espacio; callado, frío, sobrio.

Caminé a Reforma y tomé el turibus versión barata. Un simpático camioncito verde que pasa por todo Reforma y llega hasta las Lomas.

Este turibus también hace paradas, y también te discriminan. La vista era muy interesante, yo iba embelezado viendo la exposición del CowParade.

El movimiento de sus brazos era rápido y rítmico, al parecer era un tipo de lenguaje aprendido por nuestros vigilantes en alguna agencia de inteligencia internacional. Rápidamente captó mi atención el policía y di una mirada en busca de la persona que captaba la información emitida por el policía. Mi rápida busqueda no tuvo frutos, razón por la cual quise seguirle poniendo atención al policía. El movimiento de sus brazos se hizo más errático. 2 segundos después me di cuenta de lo que estaba pasando.

El policía estaba emitiendo el siguiente mensaje:
Agarrenme no sean culeros que si me caigo a Reforma me van a atropellar.

Nadie captó el mensaje, y el policía calló al carril de alta velocidad de Reforma en un abruto chingadazo. Yo reí para mis adentros y solté una carcajada. Creo que solamente yo me di cuenta de que el Señor Justicia había azotado.

El mundo conspira para hacerme sonreir.

5 Comments:

At 12:21 a.m., Blogger Tonio Corona said...

jajajajajajaja como te gusta hacerle a la McMamada... me hiciste leer una sarta de mamadas para que al final la parte del policia me hiciera soltar la carcajada... leccion, la proxima vez voy a leer la parte en negritas solamente jaja

 
At 6:55 a.m., Blogger Ricardo Cortizo said...

Definitivamente, a vos le pasan las cosas más inauditas que pueden existir. Llévate unas cuántas para reírnos hoy en la noche en Hooters, no?

Un abrazo

 
At 4:38 p.m., Anonymous Anónimo said...

Al menos los hay quienes rien... no como yo, en un dia como hoy.. =(

 
At 6:31 p.m., Blogger homero said...

Prefiero Burger King, mas aun Subway, pero siempre serán mejor unos TACOS AL PASTOR.

sALUDOS.

 
At 11:45 p.m., Blogger El Terrible Funk said...

Después de ver supersizeme me dieron menos ganas de pararme allí. Llevo como 10 años de no comer en Mcdonalds.

Le hubieras gritado al poli: aguas!! viene coche!! nada más para ver que hacia.

 

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