Una de temporalidades

A ver Quack… no es que hayas caducado, ni mucho menos; pero tú eres pato, y es temporada de CONEJOS.

Ahora resulta que tengo el DEFECTO PERFECTO

Congruencia

Ya lo dije antes, y lo repito; se que claramente en el futuro lo tendré que repetir porque al mundo no le queda claro que no logro ser congruente.

Y lo peor de eso es que en vez de enfrascarme en una discusión prefiero pedir colgar el teléfono; el pretexto es variado, como hubiera podido decir que tenía que salir con urgencia a realizar una operación a corazón abierto, como decir que iba al gym; ambas cosas no tienen por objetivo que la otra persona se crea el choro, sino hacerle ver que con el pretexto más imbécil puedo solicitar colgar el teléfono si así lo deseo.

Pero obviamente tiene sus desventajas, porque la contraparte puede aludir que sus reclamos (los cuales se habían terminado más de 10 minutos antes) fueron el motivo por el cual solicité colgar el teléfono.

Ojo, no me faltan huevos para decir las cosas de frente, y menos a ti. Solo no estaba de ánimos como para enfrascarme en una discusión sin sentido; sobre un tema que no me importó, no me importa ahorita, pero que en ese momento no estaba de humor para escuchar.

What are the odds?

Tal vez el fingir que iba a un concierto era mi manera de hacerle ver que pronto su artista favorita vendría a la ciudad (porque cuando lo supe, ella fue en lo primero que pensé); y podría ser que escucharla decirme lo sola que está o se siente me hizo darme cuenta que hay un poco de soledad también en mi vida.

Y ayer, con una llamada fugaz, me recordó la razón por la que de pronto dejé de esforzarme en esa relación.

Hay personas que tienen la capacidad de moverte el tapete. Y después de mover… y mover… y mover el tapete, terminan acomodándolo justo donde estaba.

Sin tetas no hay paraíso

Así, tal cual; pero era imposible que no llegaran imágenes mentales después de escuchar frases TAN célebres con ese “¿cierto que si?”, o que tal el mentado “hágale pues”, y así hasta las nauseas. Esas novelas tan… colombianas… y arriba Manizales!!!

Y que decir de la niña canadiense que me hizo en este viaje recordar a la mexicana que se enamoró bailando, y la otra mexicana con acento brasileño que alcanzó a estirar la mano y quitarme la bebida para que bailáramos juntos otra vez.

Si les confieso que mi frase célebre de las últimas semanas era “Yo caduqué”, y que después de una junta donde poco faltó para exhibirme como si estuviéramos en el mercado de carne (ahí está el Chicken, que anda soltero –como buen financiero-) me topé con un Teen Team.

Y como no hacerse ilusiones, si cada vez que nos topamos ambos fingimos demencia y terminamos tropezando contra el mobiliario. Y los correos de broma no se hicieron esperar.

Se que tal vez este texto parezca incoherente, pero hay niñas en la vida… unas más guapas que otras, pero todas ahí… tan cerca y a la vez tan lejos.

A veces pienso que la soltería es un estado mental.