Deja de chatear

MSN Messenger Plus fue el milagro que pedí y Dios me envió a mi correo electrónico. Es un add-in del Msn Messenger cuya ventaja más hermosa es la “protección anti-jefe”. Suena relevante, pero en una empresa como esta, en la que todo mundo está al pendiente de lo que hago, se vuelve lo más relevante tener una opción de mandar las conversaciones a una dimensión desconocida en rápidos segundos.

No está prohibido chatear en horas laborales; de hecho, tengo en mi lista del Messenger a algunos de los trabajadores que no están dentro del corporativo, y uso este sencillo método para responder sus interrogantes de la vida y hacerles propuestas indecorosas.

Yo me dedico a los números, Excel es mi fuerte y mi vida laboral; paso un día común entre macros, tablas dinámicas, gráficas, escenarios, flujos de efectivo y formulas complicadas (entre más complicadas, mejor). Y por esta razón, cada que chateo se hace un ruido poco particular para mis funciones.

“Deja de chatear”, suena a lo lejos la voz de mi jefe que iba pasando por la oficina. Mis respuestas son variadas: “correo electrónico”, “archivo de Word”, “se trabó la computadora”, obvio no es pendejo como para creerme, pero yo tampoco para dejarme atrapar.

Hace unas horas me salí de una junta aburridísima (en la que no era TAN relevante si estaba o no), me vine a mi oficina, llevaba como 5 minutos chateando con someone cuando sonó mi extensión.

Apreté el botón del altavoz y me di cuenta que el número que llamaba estaba en la misma situación.

Voz a lo lejos: “¿qué haces?”.
Quack: Chatear, ¿y tú?.
Carcajadas y risas nerviosas a lo lejos
Jefe de Quack: Pues aquí, esperando que regreses para continuar con la junta.

Definitivamente tengo que cambiar de trabajo, aquí les molesta mucho mi manía chateadora.