Un martes cualquiera
Al parecer no hay nada como un día de arduo trabajo, 12 horas de tiempo corrido frente al monitor, sacando la chamba de un día de “asueto”. El que planeó el workshop del lunes, no contaba con que a mis Business Partners les iban a pedir muchas cosas para el miércoles, así que mi martes fue 100% números frente al monitor.
Ya después de las 8:30 p.m., y con el quórum un tanto bajo, empezamos a poner canciones en la computadora a un volumen un poco menos moderado, creando así el ambiente propicio para amenizar el exceso de tareas.
Claro que no hay manera de bajar canciones de Internet gracias al Proxy, y nadie puede instalar un reproductor de mp3. En la oficina nos limitamos a poner canciones de youtube.com.
Anoche, finalizamos el día con baile y todo; mientras sonaba de fondo “Payaso de Rodeo”. Eran las 10 p.m., y estamos seguros que los de seguridad que estaban frente a los monitores de la empresa pasaron un excelente rato.